Zanzara están de vuelta con su segundo LP! Zanzara (mosquito), con sede en Londres pero cantando en italiano, fue un proyecto que se formó originalmente en Salerno (Italia) en 2018. Algunas grabaciones iniciales se hicieron entonces, pero la banda se formó completamente durante el primer encierro en Mayo de 2020 en Londres. El sonido de Zanzara es peculiar, personal y con un toque refrescante proporcionado por los ritmos post-Punk, estos ritmos primitivos y repetitivos crean canciones que tienen un sonido crudo que parecen estar extraído directamente de los años 80s. Blitz sería probablemente la referencia más obvia, ya que definitivamente hay aspectos de su estilo Punk y post-Punk del "Second Empire Justice" y "The Killing Dream" en Zanzara. Otra gran influencia es Camera Silens, con mucha melodía en el sonido sin perder ni un ápice de potencia. Pero no sorprende tampoco que el sonido de los italo-ingleses esté influenciado por gente como Nabat o los primeros Klasse Kriminale, aunque también te pueden recordar a bandas extraídas del "Chaos en France" junto a una buena dosis de riffs post-Punk, una producción lo-fi y unas melodías asesinas. "I Fedeli Aspettano Senza Chiedere Il Perché" nos ofrece once nuevos himnos que suenan auténticos, con lágrimas en los ojos, melancólicos, rezumando tristeza con un sonido crudo de baja fidelidad, con voces y coros que parecen rescatados del sótano de la desilusión. A pesar que pueda parecer estar inmerso en la misma canción que se prolonga a lo largo de los once cortes del álbum, ello contribuye a atraparte pero al mismo tiempo es agradable, cautivante, rendido y atrapado, cuya única salida es volver a escuchar canciones como “Ogni Porta È Chiusa”, “Il Futuro In Rovina”, “Strangolato” o “Una Scossa Al Sistema”. Un disco que merece una escucha, otra, otra y otra… 11 temas!

1. Non c'è più scelta
2. Il potere della paura
3. Senza motivo
4. La fine della strada
5. Una scossa al sistema
6. Ogni porta è chiusa
7. La testa abbassata
8. Strangolato
9. Il futuro in rovina
10. Da nessuna parte
11. Le barriere sono cadute